Son muchas las personas que deciden activarse e incorporar el deporte en su dinámica diaria. Desde Cos le ofrecemos entrenamientos personalizados, grupos para salir a correr, prevención y tratamiento de lesiones… y hoy os damos unos trucos reflexológicos de la mano de Xavi Muñoz, reflexólogo de COS

Hace ya varios años atrás, un buen día de primavera decidí visitar a un amigo que vivía en una montaña cercana. En lugar de tomar el bus, como hacía la gente normal, cogí la bici. Aunque era consciente de la subida que había, pensé, ya voy a parar si conviene. Cabe decir que para mí la bici es un medio de transporte, no un deporte que practique; tampoco soy hombre de retos físicos.

Sin embargo, ese día se ve que era especial y, aunque me notaba el cansancio, por lo que fuera, no podía parar y estiré y estiré hasta que acabó aquella subida celestial. Cuando llegué me di cuenta de que el corazón me salía por la boca, todo el cuerpo me hacía higo y casi empecé a sufrir por mi integridad física, ya que la sintomatología iba in crescendo. Me faltaba el aire.

Entonces no tenía demasiada conciencia de temas como el poder de la intención, el calentamiento previo, etc. Era muy joven y estaba acostumbrado al esfuerzo físico a demanda de 0 a 100 en un momento y sin pensar demasiado. Pero ya tenía en mente la reflexología… y con la desesperación del momento me vino a la cabeza el bazo y su gestión de la sangre y, con todas mis fuerzas, me clavé el dedo en el punto de bazo de la mano. El caso es que fue bien y fui estabilizando la situación, sin que fuera a más.

La lectura que quisiera sacar de aquí es que siempre es mejor prevenir y, hoy, con más y mejores herramientas, me siento capaz de exponer cómo sería la puesta a punto desde una mirada reflexológica.

Primero. Aparte de los estiramientos y del entrenamiento previo al evento deportivo que tenga, aconsejaría un poco de gimnasio cerebral para asegurarse de que el ordenador central-cerebro está en el máximo de posibilidades, que establece una buena comunicación de hemisferios y que hay una buena la relación de la columna con las extremidades (la red va llena de propuestas de ejercicios que pueden ir muy bien).

Segundo. En cuanto a la intervención reflexológica propongo recorrer con presión toda la zona del metacarpo y las dos falanges del dedo gordo de las dos manos por la parte de la esquina exterior y también continuar las dos falanges por la esquina inferior.

Así, por un lado estaremos estimulando las glándulas suprarrenales, que tienen la misión preferente de hacer cortisona para aflojar inflamaciones y adrenalina para llevar sangre a las extremidades desde la zona central del cuerpo. Por otro lado, estaremos estimulando la columna lumbar, dorsal y cervical. Y por último, estimularemos, también, el sistema nervioso central del cerebro y cerebelo.

Tercero. Después de esto podríamos ir a la base del dedo anillo o cuarto dedo de las manos. Nos ubicamos entre la “raya de la vida” y el dedo y, si haciendo presión sentimos dolor, nos indica que necesitamos un poco más de oxígeno circulante.

Cuarto. A continuación, pulsamos las esquinas de la primera falange del dedo medio de las dos manos (la que toca la mano), de nuevo tocaremos cerebro y los sistemas generales que controlan. Segunda y tercera falange ya corresponden a piernas y pies, y la estimulación puede ser un extra útil para quien corre. La sensación de dolor al pulsar le dirá claramente si se está tenso y, en su caso, puede presionar entre 30 segundos y 2 minutos el punto doloroso.