¿Por qué planteamos hacer un taller de Primer Auxilios para familias y educadoras? ¿Por qué utilizar recursos naturales y caseros?
Vemos necesario e importante que las familias y personas educadoras tengan unos conocimientos básicos, para sentirse con mayor seguridad para gestionar y atender procesos que se dan en los niños, sean más o menos urgentes.
Hacemos un taller introductorio, dirigido a la autogestión de procesos y situaciones de urgencia, aprovechando también la sabiduría curandera. El taller está dividido en 3 partes:
- Procesos habituales en la infancia, generalmente leves y autolimitados. Fiebradas, dolores de oreja, vómitos y diarreas y tos. Hablar y ver sus límites e identificar posibles complicaciones, convulsiones febriles, deshidratación y dificultad respiratoria.
- Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y maniobra de desobstrucción. Éstas son dos maniobras importantes que hay que conocer. La primera, por si nos encontramos con una parada respiratoria o de corazón, y la otra por si se atraganta la criatura.
Otras situaciones que pueden darse en la infancia. Veremos cómo limpiar una herida, cómo atender una quemadura leve, una conjuntivitis o qué hacer en el caso de un golpe en la cabeza.
Antes, nuestras abuelas conocían remedios y plantas que tenían acciones terapéuticas, que ayudaban a gestionar muchos de los procesos o accidentes domésticos en los niños. A este conocimiento acumulado lo llamamos sabiduría curandera mediterránea. Las abuelas tenían aceite de hipérico por los golpes, nos ponían alcohol de romero por las molestias musculares, también nos aplicaban cataplasmas de vinagre para bajar la fiebre, sabían qué darnos para comer si teníamos diarrea, nos hacían vahos de eucalipto, ya casa de las abuelas siempre había tomillo para curar los ojos de conjuntivitis y para enjuagar cuando nos dolía la garganta, y en la cocina encontrábamos, salvia, orégano, clavo, saúco, eucalipto, etc.
Creemos que es importante recuperar parte de esta sabiduría curandera y fomentar la confianza en la autogestión para que las familias se vean con herramientas para gestionar aquellos procesos habituales y leves de los niños y que puedan identificar lo que es urgente y que necesita una atención especial o una derivación médica.
Constatamos que vivimos con un exceso de intervención y medicalización y esto hace que no dejemos margen y no permitamos el desarrollo de los mecanismos propios de adaptación biológicos y primera barrera inmunológica de los niños. A la mínima que existe fiebre tomamos antitérmicos; con cualquier dolor e inflamación, hacemos uso de los antiinflamatorios; cuando tenemos mocos, aspiramos, vaporizamos y tomamos fármacos para fluidificar, etc. Por lo general, en nuestra sociedad moderna y occidental, estamos reduciendo la patología aguda, pero a la vez, estamos favoreciendo el desarrollo cada vez más alto, de enfermedades crónicas.
En el taller daremos herramientas medicinales para tener un botiquín más natural y poder utilizarlo en las situaciones habituales y comunes de los niños. Para ver cómo modular la fiebre, cómo calmar el dolor de oído, cómo hacer un suero casero si hay vómitos, qué aplicar si hay una pequeña quemadura, qué poner en un golpe, etc. Y también, por atender una situación de urgencia.