El motivo de esta entrada es explicaros en qué consiste un grupo de preparación física o gimnasia durante el embarazo y por qué es importante.
Ante la propuesta de actividad física durante el embarazo es posible que surjan algunas preguntas:
¿por qué tengo que prepararme? ¿qué significa preparación física para el embarazo? ¿por qué están los grupos específicos? ¿una embarazada debe realizar una actividad física específica, en vez de continuar con sus actividades previas? si nuestro cuerpo funciona solo y no podemos voluntariamente ayudar a que un bebé se desarrolle… ¿no tenemos el cuerpo ya diseñado para ello?
O, por otro lado: “¿aguantaré” el proceso?, ¿qué ejercicios no puedo hacer, si estoy embarazada?, ¿qué otras cosas debo evitar?, ¿qué debo hacer para prepararme por mi parto?, ¿puedo levantar pesos ?, ¿es posible que con el tamaño de mi pelvis y mi cuerpo pueda aumentar y adaptarse tanto como para poder crecer y tener un parto vaginal?
Es fundamental prepararse para el parto, pero donde no debería haber dudas es cuando aparecen síntomas que si bien pueden ser comunes durante el proceso fisiológico del embarazo (y después del parto y el posparto), pero que no deben normalizarse ni aceptarse como condición, como por ejemplo: pérdidas de orina, dolores músculo-esqueléticos (de espalda, caderas, costillas, pelvis…), pesadez y retención de líquidos en las piernas, sensación de pesadez en el suelo pélvico, cambios en la calidad de las relaciones sexuales, hemorroides, dolor cuando en la defecación y estreñimiento, etc. Cualquiera de estos síntomas nos alerta de que existe una disfunción que se puede valorar y tratar de forma individual a través de la fisioterapia de suelo pélvico.
Entendemos que el embarazo y el parto son procesos fisiológicos del cuerpo que, como todos, están influidos por el contexto biológico y social de cada persona que los vive. Preparar nuestro cuerpo físicamente durante el embarazo no significa que no estemos ya de entrada preparadas, sino que trabajamos para que las partes de nuestro cuerpo que deben modificarse y adaptarse, funcionen de la mejor manera posible para facilitar que tanto el embarazo, como el parto y el postparto, se den de la forma más fisiológica, con autoconocimiento del funcionamiento de nuestro cuerpo, minimizando el dolor y posibles lesiones.
¿Cómo funciona una clase de preparación al parto?
Ante todo, recibimos a la usuaria embarazada y le entregamos el consentimiento informado para que le pueda leer, preguntar si existen dudas o darnos de entrada alguna información, médica o no, relevante para la actividad, y pueda estar conforme con el trabajo a realizar.
Después, la invitamos a ponerse cómoda (¡ropa de deporte!), se descalce y pase a la sala de la luz de Cos.
El grupo está dirigido por una fisioterapeuta, especializada en suelo pélvico.
Destinamos los primeros minutos a presentarnos ya realizar unas preguntas que nos permitan conocernos: nombre de la madre y del acompañante si lo/la tiene, nombre del bebé si lo tiene pensado, semana de gestación en la que se encuentra (importante: empezar pasado el primer trimestre), fecha prevista de parto, si es el primer embarazo, si ha sido buscado, cómo le gustaría que fuera su parto, objetivo individual y si existe alguna demanda o sintomatología (de las llamadas anteriormente , u otra…), antecedente médico o medicación que esté tomando. Es importante entender y tener confianza en que estas preguntas previas están destinadas a conocer el contexto que acompaña y que da individualidad a cada usuaria ya su gestación.
Entendemos que, aunque cada embarazo sea único y cada una lo viva de forma, la mayoría de usuarias embarazadas comparten proceso y demanda y, por ello, el grupo está abierto, para que cada una pueda incorporarse en el momento en que el necesite, tenga opción y se decida. Por eso se entiende que si llega una usuaria nueva, estos primeros minutos pueda compartirlos y presentarse con el resto del grupo.
Una vez hechas las presentaciones, empezamos a movernos. La secuencia tipo de la sesión es:
Calentamiento: ponemos en funcionamiento la función cardiovascular, respiración y movilidad articular.
Toma de conciencia de nuestro cuerpo y postura: concienciamos y ayudamos a nuestro cuerpo a adaptarse de la manera más óptima posible al aumento de peso y volumen en nuestro abdomen y la carga sobre músculos y articulaciones (sobre todo columna, tórax, pelvis, suelo pélvico, caderas…).
Trabajo de respiración: para equilibrar la presión entre los espacios de tóraxes, abdomen y pelvis conforme el útero aumenta de tamaño y el resto de vísceras se adaptan. Combinamos la respiración con los movimientos corporales, ejercicios y actividades del día a día, y por supuesto el momento del parto. Y trabajamos todos los volúmenes del tórax para encontrar la mejor función del diafragma (músculo de la respiración e importante en el bombeo y sistema circulatorio).
Trabajo del suelo pélvico y el abdomen: ejercicios adaptados de transverso abdominal (evitando el aumento de la diastasis de rectas y reduciendo la presión sobre la pelvis), y ejercicios específicos para equilibrar el tono del suelo pélvico (kegel de diferentes formas, relajación…).
Ejercicios de tonificación y fuerza global adaptados: columna, glúteos, piernas…, entendiendo que la musculatura debe sostener los cambios corporales comentados en todo el cuerpo.
Incidir en la movilidad de las articulaciones y estiramientos globales: para liberar tensiones musculares (causa o consecuencia de cambios y adaptaciones en la postura), facilitar cambios posturales y movimiento durante el parto (que se relacionan con menor intervención médica, y también previenen del dolor y disfunciones abdominales y del suelo pélvico).
Además de todo lo comentado, nos beneficiaremos de todo lo que implica realizar actividad física durante el embarazo: gestión del estrés, autoconocimiento y aumento del bienestar y la salud general (como en cualquier persona aunque no esté embarazada) y, específicamente durante el embarazo, ayuda en el control del aumento de peso y la prevención de diabetes gestacional e hipertensión.
Para terminar, podemos concluir con esta frase: “Comprender que el parto es un proceso involuntario que pone en juego estructuras arcaicas, primitivas y mamíferas del cerebro, nos lleva a rechazar la idea preconcebida de que la mujer puede aprender a dar a luz: no se puede ayudar a un proceso involuntario, sólo puede procurarse no perturbarlo demasiado” (Michel Odent).
El objetivo de la preparación física durante el embarazo, parto y recuperación postparto, es conocer cómo funciona y cómo debe funcionar nuestro cuerpo, para facilitar y conseguir su mejor funcionamiento y de la manera más fisiológica posible, previniendo disfunciones , escuchando, respetando y potenciando sus necesidades, tiempo y capacidades.
¡Y si tiene cualquier otra duda o demanda de información, no deje de escribirnos o llamarnos al 931 650 770!