EL BLOG DE COS
Osteopatía y Plagiocefalea
06/04/2017
Carles Ametller

La plagiocefalia (ningún oblicuo, en griego) es una demanda muy común en las sesiones de osteopatía. A menudo corresponde a un allanamiento de la región posterior del cráneo, pero en otras ocasiones afecta a todo el cráneo, con partes más allanadas y otras más sobresalidas. Hay que diferenciarlo de la cabeza oblicua que muchos bebés tienen al nacer como consecuencia de su paso por el canal del parto y gracias a la maleabilidad de su cráneo, que se estrecha y alarga para facilitar este proceso. En pocos días, esta forma alargada se corrige. En el caso de la Plagiocefalia, ésta puede aparecer después de semanas de haber nacido y no suele corregirse espontáneamente, al menos no tan rápido.

Las causas de ésta son compresiones inadecuadas recibidas por parte de la criatura, ya sea una vez ha nacido, por exceso de apoyo de la cabeza sobre la cuna, el cochecito o el suelo, por compresiones durante el embarazo, intrauterinas, según la col ·locación del bebé dentro del vientre de la madre, o bien por el trauma que representa el parto, sea natural o con algún tipo de intervención (ventosa o espátulas sobre todo)

Pero vayamos a palmos. ¿Cómo es posible que una estructura tan importante para la protección del Sistema Nervioso Central pueda sufrir estos cambios?

Es sabido que el cráneo de los bebés es mucho más “blando” que el de un adulto, ya que debe facilitar el paso por el canal del parto y su posterior desarrollo, acompañando el crecimiento tan rápido de los bebés. Es cierto, la constitución del cráneo de un bebé es diferente a la del adulto, las piezas que lo conforman no tienen desarrollada la consistencia ósea ni la estructura formada como el adulto. Los huesos del cráneo no lo son como tales todavía y están compuestos en gran medida por cartílago, al igual que las uniones (suturas) entre estas piezas, que también es cartilaginosa. La mayoría de huesos tampoco son íntegros todavía sino que están compuestos por diferentes partes que, a lo largo del crecimiento del bebé, se irán fusionando para crear el hueso definitivo, ¡en algunos casos esto sucede a los 6,7 u 8 años!

Una de las causas de la plagiocefalia, precisamente, puede ser la fusión precoz de estas partes o la osificación de la articulación (sutura) entre dos huesos.

Las consecuencias de las tensiones que pueden provocar plagiocefalia suelen ser dificultades en el desarrollo del bebé, tanto motrices como cognitivas, a distintos niveles. Algunos estudios apuntan a que un alto porcentaje de niños con plagiocefalia, un 39,7%, recibieron ayuda especial en la escuela primaria (Miller y Clarren, 2000). Debo añadir que este puzzle óseo que es el cráneo, es aún más complejo y en su interior están las meninges, que son una envoltura del Sistema Nervioso Central (SNC) que la aísla del exterior, contiene el líquido cefalorraquídeo , que amortigua los movimientos del SNC en el interior del esqueleto y, gracias a unos pliegues que forma en el interior, separa los dos hemisferios del cerebro y separa al mismo tiempo el cerebro del cerebelo. Otro pliegue envuelve la hipófisis, la importantísima glándula que comunica el SNC con el Sistema Endocrino. Estos pliegos se llaman hoz del cerebro, tienda del cerebelo y tienda de la hipófisis respectivamente y, aparte de compartimentar el encéfalo, representan una estructura importante para el cráneo, ya que hacen la función de tensores y soporte de la bóveda craneal, así como los vientos de una tienda de campaña, que la sujetan y mantienen su forma. Por eso reciben el nombre de Membranas de Tensión Recíproca (MTR).

Con estas estructuras en juego, cuando la plagiocefalia aparece, la Osteopatía permite detectar, no sólo visualmente, también palpatoriamente, las tensiones generadas en el cráneo y en sus membranas internas y reducir y/o corregir su efecto adverso, que afecte a las estructuras contenidas en éste y las que emergen o acceden a ellas (nervios, arterias, venas).
Es necesario conocer la anatomía del cráneo para colocar en los lugares precisos los contactos, y entender la fisiología de éste para identificar como fisiológico o no lo que las manos sienten y actuar según convenga, a menudo descomprimiendo las suturas afectadas, acompañando en el sentido adecuado a las MTR y permitiendo que el cuerpo recupere su normal función, tanto estructuralmente como también, ya que está ligado, circulatoriamente y de flujo del líquido cefalorraquídeo y nervioso.

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