EL BLOG DE COS
Odontología osteopatizada, cómo y por qué
09/12/2021
Alexis Minnengheer

Cuando leemos osteopatía y odontología juntas, podría parecernos que nada tienen que ver una con la otra. En realidad es todo lo contrario: la boca está conectada al cráneo y cualquier problema de tensión, rigidez o falta de maleabilidad de éste puede afectar a los tratamientos odontológicos, ya sea implantes, ortodoncias, endodoncias u otros.

El trabajo combinado entre osteopatía y odontología

Vamos primero a la anatomía y fisiología del cráneo: éste tiene diferentes funciones, entre ellas y como principales, garantizar la protección del encéfalo y apoyar algunos de los principales órganos de los sentidos.
Para llevar a cabo estas funciones tan vitales es necesario que compagine elementos de rigidez y, al mismo tiempo, de movilidad, por eso, es necesario que sea capaz de entretejer sus partes óseas, duras, con las que están formadas de tejido conectivo denso, lo que se conoce como articulación sinartrosis.

Estas articulaciones ofrecen sólo posibilidades de movimiento muy pequeñas, podríamos decir que hablamos más bien de maleabilidad. El cráneo es una obra de ingeniería espectacular, como el resto del cuerpo, y está diseñado para ser capaz de absorber y amortiguar las presiones internas y externas a las que está sometido.

Por poner un ejemplo que nos incumbe en este artículo: el cráneo tiene la capacidad de deformación suficiente como para que una ortodoncia pueda ensanchar un paladar inicialmente estrecho y permitir que las piezas dentales logren el espacio suficiente para alinearse y mantener una buena relación de oclusión (es decir, se dé el contacto correcto entre las hileras de dientes superior e inferior).
Es cierto que la osificación del cráneo termina en torno a los 12 años, pero, como mencionaba anteriormente, la maleabilidad se mantiene hasta la edad adulta y la rigidez sobreviene a edades ya bastante avanzadas.

Ahora bien, diferentes tipos de traumas y posturas inadecuadas pueden alterar la normal fisiología del cráneo y de su maleabilidad y, por tanto, afectar su funcionalidad y generar diferentes tipos de problemas: problemas bucales, dolores de cabeza, tensiones nucales, cambios en la postura del individuo… y bajo estas circunstancias aumenta la rigidez y falta de flexibilidad del cráneo.

¿Qué pasaría en un tratamiento odontológico, de ortodoncia correctiva, implantes u ortopedia, endodoncia bajo estas condiciones? Pues, obviamente, que se harían más largos, menos efectivos y eficaces, con mayores molestias o dolor, con complicaciones y respuestas inesperadas.

Aquí interviene la osteopatía, ya que a través de sus técnicas puede ayudar a restablecer las propiedades fisiológicas de maleabilidad y elasticidad de los tejidos del cráneo, de una forma generalmente poco invasiva, ¡tanto que se puede aplicar a cualquier edad!

¿Quieres un consejo? ¡Asocia un tratamiento bucal con el trabajo osteopático que, a través de sus maniobras, devolverá sus propiedades a los tejidos y posibilitará unos mejores resultados!

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