En las sesiones formativas que integramos todo el equipo de terapeutas de COS, hemos analizado los Trastornos del sueño y cómo podemos enfocarlos y resolverlos desde una Medicina Integrativa.
Antes de recurrir al tratamiento farmacológico deberemos ver cuáles son los hábitos del individuo y determinar si existe una patología de base que contribuya a no tener un sueño reparador y saludable.
Tras el aparente reposo de una persona durmiendo hay un esfuerzo generoso del organismo por reparar y regenerar tejidos, eliminar radicales libres, reequilibrar su medio interno, almacenar recuerdos y, todo ello, a través de múltiples mecanismos de feedback mediados por neurotransmisores y hormonas, con el objetivo de preparar a la persona para un nuevo despertar, para una nueva víspera con la energía suficiente para poder afrontarla sin ninguna sintomatología.
Algunos mamíferos dividen los hemisferios cerebrales en dos, y los utilizan al mismo tiempo, uno en fase de víspera y otro en fase de sueño, para llevar a cabo todas las funciones y mecanismos de los que estamos hablando. Por eso el sueño es imprescindible para el individuo, es un instinto de supervivencia.
La clasificación internacional de los Trastornos del sueño considera al insomnio como una disomnia (alteración de la calidad y la cantidad del sueño).
En la literatura podemos encontrar la información necesaria sobre los Trastornos del sueño, dentro de los cuales el insomnio tiene una definición propia y adquiere tal dimensión en nuestra sociedad que existen especialistas médicos que se dedican exclusivamente a su estudio y tratamiento.
Desde COS consideramos los Trastornos del sueño (en casos concretos calificado como insomnio), un síntoma resultado de alteraciones epigenéticas, y consecuentemente, mediado por múltiples desequilibrios de mecanismos psiconeuroendocrinos a través de los cuales podemos actuar para regularlo.
Es conocido el factor anímico como un determinante de nuestra calidad y cantidad de sueño. Así podemos utilizar nuestra dificultad para dormir adecuadamente como un sistema de alarma que nos hace tomar conciencia de nuestra alegría y bienestar emocional y por tanto poder abordar nuestro problema desde aquí.
Podemos encontrar a personas con insomnio donde un factor primordial está en el abuso del uso de pantallas. Sabemos que a través de los rayos azules que desprenden, se genera dopamina y cortisol, elementos que pueden disminuir la melatonina, una hormona que ayuda a inducir el sueño en sus primeras fases.
Habrá otras personas a las que la dieta sea un factor determinante en relación a su insomnio. A pesar de la moda de las dietas pobres en carbohidratos para perder peso (sobre todo durante la cena), sabemos que un pequeño aporte de carbohidrato integral saludable puede ayudar a que el triptófano cruce la barrera hematoencefálica y facilite un sueño reparador.
Aunque es muy conocido el efecto del café con relación a los trastornos del sueño, quizás no sabemos que el chocolate puede aumentar también los niveles de cortisol en sangre y esto puede aumentar el nivel de alerta del organismo, lo que puede interaccionar en la fase de sueño.
También sabemos que dietas ricas en glicina y magnesio estimulan el sistema parasimpático y disminuyen la temperatura corporal, todos ellos factores que ayudan a tener un sueño reparador.
Los Trastornos del sueño pueden ser consecuencia también de alguna enfermedad física o efectos secundarios a la ingesta de algunos fármacos de uso común en nuestra sociedad.
Así pues, el abordaje de un individuo que refiere un trastorno del sueño, a veces insomnio, debe ser individualizado y con un enfoque, a veces, multidisciplinar.
- Desde la Medicina China, se puede ayudar a regular la alteración del sueño, pero previamente necesitaremos un diagnóstico a través de la sintomatología y completado con una exploración física donde el pulso y la lengua tendrán mucho que decir del individuo. Podemos encontrar como causa de insomnio a personas con estrés, con dieta inadecuada, con toma de antiinflamatorios, o con una mezcla de todas ellas, que manifiesten el insomnio a través de un “fuego de hígado” o un “vacío de Yin de riñón”, dos síntomas entre otros posibles, que a pesar de tener una causa similar, se regularán de forma muy distinta.
- Desde un enfoque osteopático de los Trastornos del sueño, con un abordaje craneal, por ejemplo, conseguiremos regular la función del hipotálamo, del Sistema nervioso vegetativo estimulando la movilidad y de la expansividad del cráneo, favoreciendo así los mecanismos fisiológicos que intervienen en la regulación del sueño.
- Evidentemente la psicología, el coaching, o la Integración Emocional tienen mucho que ofrecer en personas donde el factor determinante es de causa anímica o de una mala gestión del estrés.
- También terapias como la Reflexología y la Terapia Neural pueden ayudar a regular un trastorno del sueño a través del estímulo del Sistema neuroendocrino del individuo.
Desde COS confiamos en la autorregulación del organismo y antes de llegar al tratamiento farmacológico de un Trastorno del sueño (a veces necesario) proponemos diferentes alternativas para regularlo que potencian los mecanismos propios de nuestro organismo a través de las terapias expuestas y modificando algunos hábitos que nos producen estados de “hiperalerta” de forma automatizada e inconsciente, y que desencadenan los llamados Trastornos del sueño y que a veces pueden llegar a desarrollar un Insomnio.