EL BLOG DE COS
Fisioterapia en la endometriosis
14/06/2018
Laia Ariño

La endometriosis es una enfermedad crónica que consiste en la aparición de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina. Puede afectar a cualquier persona que tenga o haya tenido aparato reproductor femenino, siendo mucho más frecuente desde la menarquía (primera menstruación) hasta la menopausia.

La endometriosis es un síndrome de causa multifactorial:

Presencia de un endometrio ectópico (fuera de la cavidad uterina)
Predisposición genética
Factores epigenéticos
Disfunción del sistema inmunológico
Factores psicoemocionales
Alteración del sistema endocrino (es estrógeno – dependiente)

Estas causas, de forma aislada, no provocan la endometriosis. Se necesita una interrelación entre sí para llegar a desarrollar esta patología.

La endometriosis es por tanto una patología sistémica. No podemos tratarla de forma focalizada y aislada.

En consecuencia su abordaje deberá ser sistémico con un equipo multidisciplinar que pueda acompañar el proceso y mejorar la calidad de vida de las personas que la desarrollan.

La nutrición, la osteopatía, la medicina tradicional china, la fisioterapia del suelo pélvico, la terapia neural, la ginecología… son algunas de las terapias que pueden coexistir en este acompañamiento multidisciplinar.

Aquí me centraré en explicar cómo puede ayudar la fisioterapia del suelo pélvico en un proceso de endometriosis.

La fisioterapia dentro del marco de la endometriosis juega un papel importante en lo que respecta a la disminución de los síntomas y por tanto en la mejora de la calidad de vida de la persona.

La principal sintomatología de la endometriosis son problemas con la fertilidad y dolor, siendo muy diverso en función del lugar donde se encuentra el tejido endometrial ectópico. Hay diferentes localizaciones, pero las más frecuentes son: los ovarios (donde forman endometriomas o quistes de chocolate), las trompas de Falopio, en el tabique entre la vagina y la vejiga y en el fondo de saco de Douglas (espacio entre vagina y recto).

Así pues, los síntomas pueden variar en cada cualquier persona que tenga o haya tenido aparato reproductor femenino: dolor agudo durante la menstruación, sangrados abundante también en la menstruación, dolor pélvico crónico, edema abdominal, disparemia (dolor durante las relaciones sexuales), vaginismo (espasmo involuntario de la musculatura de la vagina que imposibilita la penetración), dificultad en la fertilidad, diarrea, disquezia (dolor a la defecación), estreñimiento, hipertonia de la musculatura del suelo pélvico (muy frecuente), contracturas en vagina y vulva, congestión vulvar, etc.

A grandes rasgos esta patología se caracteriza por provocar alteraciones en la fertilidad, ¦dolor, inflamación y adherencias entre vísceras (sobre todo vísceras de la pelvis, vejiga, matriz, ovarios y recto). Por ejemplo si se generan adherencias en el espacio que hay entre vagina y recto, puede provocar dolor o dificultad en la defecación, si se genera en la zona de vejiga provocará dificultades durante la micción.

La fisioterapia trabaja para disminuir esta inflamación, liberar adherencias y por tanto disminuir el dolor.

Conoce nuestro modelo de salud